La flunfa

viernes, 29 de junio de 2007

Bueno, como veo que aquí sólo nos dedicamos a colgar vídeos chorras, os haré un favor y os daré a conocer al autor brasileño más divertido del siglo XX y lo que llevamos del XXI (que Jorge Amado me perdone). La traducción es mía, así que disculpad los posibles errores.
El cuentecito nos explica qué es la flunfa y, sí, queridos amigos, es justo lo que estáis pensando.
Vamos al lío, que para luego es tarde:

Y luego está la historia de Nascimento, que un día casi se pega con el camarero porque llegó a la mesa, saludó al grupo, se sentó, pidió una caña y dijo:
- Y trae unos pirirís.
- ¿Qué? - dijo el camarero.
- Unos pirirís.
- No tenemos.
- ¿Cómo que no tienen?
- Los "pirirís" que dice usted son...
- Por el amor de Dios. El nombre lo dice. Pirirís.
- Tú quieres decir - sugirió alguien, para acabar con el impass - unos quesitos, unas tapitas...
- Cosas para picar - completó otro, más científico.
Pero Nascimento, emperrado, no dijo nada más. Que el camarero lo entendiese como quisiera. El camarero, también cabreado, se fue y volvió trayendo la caña y tres cuencos de pirex. Con quesitos, salami y aceitunas. Durante algunos segundos, Nascimento y el camarero se miraron a los ojos. Finalmente, Nascimento dio un golpe sobre la mesa y gritó:
- ¿Llamas a eso pirirís?
Y el camarero, en el mismo tono:
- No. ¡Tú los llamas pirirís!
Hubo que calmar los ánimos de los dos, el encargado cambió al camarero de mesa y Nascimento se quedó lamentando la incapacidad de las personas para comprender las palabras más claras. Por ejemplo, "flunfa". ¿No estaba claro lo que era la flunfa? Todos los de la mesa se miraron. No, no estaba claro lo que era la flunfa.
- La propia palabra lo dice - se impacientó Nascimento. - Flunfa. Esas pelusitas que salen en el ombligo. ¡Por el amor de Dios!